Formar parte de la familia Dino, significa formar parte de un sueño que empezó hace más de 40 años. Cuando el señor Dino abrió su primera tienda en 1978, nunca tuvo la idea de franquiciar, pero el éxito del helado, combinado con la demanda, nos hizo replantear la estrategia, y hoy Dino se presenta como una opción viable, de éxito y con un producto único.